Reduce las horas de parto con Osteopatía
05 enero 2015
Por nuestra experiencia con un porcentaje alto de éxito, conseguimos partos entre 2 y 4 horas a todas las mujeres tratadas durante todo el periodo del 4º al 8º mes
Y es que la disminución del tiempo de parto en primerizas es uno de los resultados que más llama la atención a las mujeres que han recibido tratamiento con Osteopatía Obstétrica durante su embarazo.
El momento ideal para comenzar dicho tratamiento es una vez pasado el primer trimestre.
Después de la primera visita, es recomendable concertar las siguientes cada 4 semanas, si no existen problemas ó cada 3, si existen molestias de algún tipo, ya sean púbicas, cervicales, costales, dorsales, ciáticas, etc. En caso de retención importante de líquidos se aconseja mejor una frecuencia cada 2 semanas.
Las sesiones más importantes para reducir las horas de parto serán las visitas que corresponden al 5º y al 8º mes.
En el tratamiento del 5º mes, nos asegurarnos que el embarazo curse su última etapa en buen estado, a pesar de los cambios producidos en el cuerpo, corrigiendo las malas compensaciones de éste.
En el tratamiento del 8º mes volveremos a revisar las estructuras óseas, liberaremos la bolsa y facilitaremos la coordinación del sistema nervioso.
El motivo por el cual logramos que el parto sea más rápido es el siguiente:
- En primer lugar se miran las estructuras en general, cómo va compensando el cuerpo el cambio de curvas por el aumento de peso y volumen, insistiendo también en la flexibilidad de ligamentos y músculos de la zona pélvica (sobre todo la musculatura del suelo pélvico).
- Si no se hace el tratamiento y si hay por ejemplo, un bloqueo de sacro, de caderas o pubis, impedirá que el movimiento de apertura inferior de la pelvis sea fácil y por tanto tendremos un parto lento.
El llamado “parto de riñones” no se trata más que de un bloqueo sacro, por eso duele en la zona lumbar. La columna lumbosacra debe estar flexible para adaptarse al paso del bebé por las pelvis.
Además esto, puede generar presión presión en el bebé al nacer que probablemente repercutirá en su cabecita, su irritabilidad, sueño, etc.
- También es importante liberar la columna dorsal y costillas bloqueadas en madres que quieran dar el pecho, ya que si las costillas no se mueven, impedirán que el flujo de leche sea el correcto.
Otros factores a tener en cuenta
- Otro de los factores a tratar es el diafragma, si está tenso o contracturado por nervios, golpeará duramente al bebé. Si la futura madre está nerviosa usaremos técnicas orientadas a bajar su nivel de estrés, para que no se tense el diafragma o las costillas. El tratamiento craneal también será una técnica muy adecuada para la relajación de la mamá y el buen estado general.
- Liberación del abdomen de la madre para liberar la bolsa. (Liberación de la barriga). Se trata de disminuir las tensiones que puedan tirar del abdomen o barriga, hacia uno u otro lado, con el fin de que ésta esté lo más relajada posible y que luego el bebé pueda salir con mayor facilidad.
Miraremos diafragma por arriba, ángulos cólicos, si la madre sufre de estreñimiento y el periné inferior por los ángulos inferiores. Si hay tensiones en estos tejidos, disminuirán el espacio en que pueda moverse el bebé.
De tal forma, que normalmente, después de este tratamiento, los bebés tienen más espacio para moverse, dándole espacio también para crecer. Indispensable al 5º y 8º mes.
- Por último realizamos la Coordinación del Sistema Nervioso. Es decir, muchas veces , el problema de un parto largo también es que el sistema nervioso no está preparado, es la primera vez que ocurre dicha experiencia y la primera vez puede costarle coordinar, como quien monta por primera vez en bicicleta. Gracias a técnicas craneo-sacras logramos la coordinación de este sistema nervioso, facilitando que haga lo correcto durante el parto.
¿Qué probabilidad de éxito tengo?
Estudios abalan un porcentaje alto de éxito, partos entre 2 y 4 horas a todas las mujeres tratadas durante todo el periodo del 4 al 8º mes.
Hay ciertas situaciones en las que el tratamiento de osteopatía no estaría indicado. Esto hace referencia a aquellos embarazos considerados ‘de riesgo’, en los que hayan pérdidas, en los que se deba guardar reposo, o en los que haya una contraindicación médica (un ejemplo de esto sería tener problemas de hipertensión arterial gestacional).