Testimonio Fertilidad – Ana S.
23 marzo 2016
Hola a todas:
Como tantas otras personas, llegué al centro Body Help cuando llevaba varios meses intentando tener un hijo a través de una clínica de fertilidad en Barcelona. Hace mucho tiempo que quería ser madre y las circunstancias me llevaron a hacer un tratamiento con donante con 36 años. Empecé con inseminaciones (naturales y estimuladas), pero no funcionaron. Aunque creía que sería “fácil”, lo máximo que conseguí fue un embarazo bioquímico y varios negativos que caían como mazazos…
Por eso, cuando llegó el momento de pasar a la fecundación in vitro (FIV), se me ocurrió hacer algo para combinar tantos tratamientos químicos y médicos con otra vía más natural, que me devolviera cierto equilibrio y ayudase a que la Semilla arraigara. Justo antes de la primera FIV, fui a un par de sesiones con las esepcialitas en fertilidad del centro de osteópatía barcelona Body Help, que está en Francesc Macià. Desde el principio me dio mucha confianza y fue sincera conmigo y con lo que podía hacer para mejorar un poco mi cuerpo y mi mente. Me recomendó una dieta adaptada a mi caso, para desintoxicar el hígado y otros órganos, y empezamos con las sesiones de osteopatía. Esa primera in vitro no funcionó, pero sentí que iba por buen camino.
Al cabo de dos sesiones más con Adriana (una al mes), me propuso combinar la osteopatía con la acupuntura en el centro de Balmes, y entonces conocí a las Doctoras en Acupuntura, que consiguió que perdiera el miedo a las agujas… La doctora Li es encantadora y sabe adaptar la terapia a cada paciente, además de tranquilizarte en muchos aspectos. Pasados un par de meses, mucho mejor preparada, me embarqué en el segundo ciclo completo de FIV, y el resultado fue una remesa de embriones de muy buena calidad, de los cuales me transfirieron uno y congelaron otros dos. Por desgracia, el primer intento de esta segunda FIV tampoco funcionó (volvió a ser un bioquímico) por un problema de implantación, así que en la clínica me aconsejaron realizar una histeroscopia, en la que me hicieron una pequeña intervención de útero. En Body Help me ayudaron a prepararme tanto para la extracción de óvulos como para esa operación, y lo cierto es que las dos intervenciones fueron muy bien y me recuperé rápido y sin apenas dolor.
Cuando mi cuerpo estuvo del todo recuperado (ya con 37 años), hice la siguiente transferencia de embrión. Justo antes volví a Body Help , para equilibrarme un poco, favorecer el estado del útero y ayudar a que el nido estuviese en condiciones óptimas. Entonces, por fin, la Semilla pudo arraigar y se aferró con fuerza. La ilusión que sentí al ver que esta vez había funcionado fue inmensa y, superado el miedo inicial a perderlo y los clásicos vómitos y malestar del primer trimestre, por fin me convencí de que ¡estaba embarazada! Ahora estoy ya de casi 22 semanas, y el embarazo va estupendamente. Mi intención es volver a visitarme con Body Help cuando ya esté en el tercer trimestre de gestación, para que me ayude a preparar un parto lo más llevadero posible. En varias ocasiones he dicho que esta Semilla es “hija de la comunidad”, porque muchas han sido las personas que me han ayudado a conseguir que fructifique. Entre ellas, está el equipo de Body Help, que me ha acompañado, entre risas y positividad, en los meses previos al embarazo. Desde aquí les doy las gracias y animo a otras personas a ponerse en sus manos si se encuentran en una situación similar.
¡Mucho ánimo y esperanza a todas!