Un desgarro en el muslo, o desgarro muscular, es la ruptura de una cantidad más importante de fibras musculares y que, como la distensión de ligamento, ocurre durante un esfuerzo violento y brutal.
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Es la fase más grave del desgarro muscular: el cuerpo del músculo se retrae por encima del lugar de la rotura y forma un verdadero “escalón”. El tratamiento es esencialmente quirúrgico: Debe realizarse precozmente.
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Un traumatismo en el tendón, con o sin lesión parcial, podrá ocasionar un fenómeno inflamatorio (tendinitis). Una sección completa se tratará con intervención quirúrgica
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Traumatismo sin lesión anatómica: Debidos a un simple sobreesfuerzo del músculo. Y puede ser: Calambre, Elongación y Contractura Muscular. Traumatismo con lesión anatómica: Puede tener varios grados de gravedad: Tirón, Desgarro, Rotura Muscular y Contusión Muscular.
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Es una contracción intensa, dolorosa e involuntaria del músculo que se produce de forma brusca y por lo general ocurre en un solo músculo. Es superada rápidamente por el sujeto joven, aunque podrá detener la actividad del sujeto de más edad.
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Es un alargamiento brusco del músculo que rebasa los límites fisiológicos de elasticidad. ¿Cómo se que tengo una elongación? Porque sentiré un dolor intenso y bien localizado en un músculo después de haber realizado un movimiento forzado, veré que el dolor mejora con el reposo y que empeora con el movimiento.
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Es un grupo de fibras musculares que se han quedado contraídas y que por sí solas no se pueden relajar. Hay que tratarlas para que no se cronifiquen (aparecerían adherencias y tejido cicatricial más difícil de tratar). ¿Qué lo puede provocar? Cansancio como consecuencia de un mal entrenamiento.
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